El make up tiene efectos mágicos. Y si no basta con ver la diferencia entre un rostro “tuneado" a pura intuición con una pasada de base y rubor en las mejillas y la transformación lograda por las maquilladoras expertas (hasta en las menos favorecidas por la naturaleza).
¿Cuál es el secreto? La cantidad de productos que guardan las profesionales en su maletín y que despliegan antes de poner manos a la obra es parte de la respuesta. Pero conocer técnicas y trucos que ayudan a armonizar las facciones, corregir las proporciones, remarcar los puntos fuertes y disimular aquellos menos beneficiosos; son otros de los secretos y que pueden ser puestos en práctica fácilmente
Los puntos de partida: colocar sobre la piel humectada con una loción o crema adecuada para cada tipo de cutis una pre base o primer. La función de este producto es lograr un tono parejo y una textura sedosa.
Luego,aplicar un corrector de ojeras y una base de textura liviana y que sea del tono más parecido posible a la piel. El objetivo es que la piel luzca traslúcida y joven.
Los siguientes pasos serán determinar la forma del rostro y buscar destacar lo mejor de cada una en un maquillaje veraniego, natural y fresco
ROSTRO REDONDO:
ROSTRO CUADRADO:
ROSTRO EN FORMA DE CORAZÓN:
La sugerencia es enfocarse, sobre todo, en tonalizar la zona de la frente y sus laterales. Con esta técnica, evitarás oscurecer la mandíbula, lo que más perjudica a este tipo de rostros. Además, hacer especial foco en la boca, con un buen labial de un color fuerte, permitirá equilibrar las facciones.
ROSTRO OVALADO:
Ahora, brocha en mano, solo se trata de practicar hasta lograr el efecto ideal.
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